Vladimir Vladimirovich Nabokov


Vladimir Nabokov vino al mundo en San Petesburgo, el día 23 de abril de 1899, (anecdóticamente, la fecha corresponde a la del nacimiento de William Shakespeare en 1564).

Vladimir Nabokov procedía de una familia perteneciente a la nobleza y acomodada económicamente, su abuelo paterno fue ministro de justicia y su padre se dedicó a la política y el periodismo, siendo un entusiasta defensor de las ideas democráticas por las que llegó a conocer incluso una corta prisión, aunque sin mayores consecuencias.

La infancia de Vladimir Nabokov constituyó el período más feliz de su existencia y del que luego extraería el material de muchas de sus obras. Fue la infancia de un niño rico que llegó a creer que vivía en un eterno país de las maravillas.

El padre, hombre de vasta cultura, se preocupó de facilitársela a su descendencia y de ahí que Nabokov niño supiese leer el inglés antes que su propio idioma y a los seis años aprendiese el francés, enseñanzas que le vinieron, en un principio, de la mano de sus institutrices, y ampliada más tarde en colegios y universidades.

Como era un chiquillo al que le gustaba la literatura, a los 11 años disfrutaba leyendo obras tan poco infantiles como, por ejemplo, Guerra y Paz, y a los 12 Crimen y castigo, novelas absorbidas por Nabokov con el placer evidente de un buen amante de los libros, que en su caso concreto, más tarde, habría de convertirse en escritor.

Con el advenimiento de la Revolución Rusa, la familia Nabokov conoció el exilio, si bien no demasiadas penurias materiales; las sentimentales y familiares eran mucho más importantes.

En 1922, y por error, el padre de Nabokov es asesinado en Berlín por la ultra derecha rusa, y ello marcará al futuro escritor de una manera indeleble haciéndole aborrecer para siempre, cualquier tipo de dictadura sea ésta de derechas o de izquierdas.

Como en cualquier persona que haya escrito su autobiografía, hablar, en este caso de Vladimir Nabokov, es remitirse a ella constantemente, y por tanto recomendamos la lectura de HABLA MEMORIA, como la mejor fuente de información sobre su vida contada por el propio interesado, y también están sus novelas, naturalmente, en donde todo novelista esconde, o rememora, fragmentos de su existencia, con más autoridad que nadie.

Este inciso no quiere decir, sin embargo, que pretendamos dar por concluido nuestro breve apunte biográfico sobre el famoso escritor, el profesor universitario, el maestro de tenis y el entomólogo, que fue Nabokov, sino más bien entregarnos al placer de leerle, ya que leerle a él es aprender a escribir como un novelista.

A los 16 años Nabokov publica una selección de poemas suyos siendo éstos criticados sarcásticamente por un profesor a quien él admiraba mucho. Es más o menos por esta época que estudia literatura francesa y rusa en el colegio Tenishev de San Petesburgo.

Cuando Vladimir Nabokov abandona Rusia para no volver jamás, con gran sentimiento por su parte, comienza lo que se podría denominar su amor obsesivo por el idioma ruso, en un intento desesperado de no olvidarlo ni perderlo, que, en sus propias palabras, se tornó "decididamente patológico", y aunque sabía perfectamente el inglés y el francés, ello explica, confesado por él mismo, que se mostrase renuente a estudiar el alemán, pese a residir en Berlín unos quince años: "es un idioma, hablo y leo muy mal".

Nabokov llegó a Norteamérica en 1940, ejerciendo de profesor hasta que LOLITA le liberó de cualquier tipo de trabajo que le impidiese desarrollar con tranquilidad su vocación de novelista.

Hay mucha gente que cree que LOLITA fue la primera novela de su autor, pero están equivocados; él ya tenía en su haber, con anterioridad, bastantes obras, que, no obstante, se vieron arrancadas de la indiferencia del público, a raíz del éxito de LOLITA. Novela que, a pesar de todos los pesares, costó en despegar pues de hecho fue en Francia, en París, donde conoció su primera edición en 1955, ya que la eternamente puritana Norteamérica bastante tuvo con rasgarse las vestiduras en cuanto los editores que la recibieron leyeron el texto. Texto, en cuyo descargo hemos de decir que no es la turbia historia que se nos cuenta lo que importa, sino la maravillosa descripción de unas psicologías descritas con mano maestra.

Con las ganancias que le reporta LOLITA, abandona América, yéndose a vivir a Suiza, en Montreux, en la suite del Hotel Palace, con la abnegada compañera de toda su vida, su esposa Vera, a quien conoció en un baile de disfraces en Berlín.

La pareja tuvo un hijo, Dimitri, que con el tiempo se convertiría en cantante de ópera.
 
 

© 2000 Estrella Cardona Gamio

 

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